Cuando hablamos de herencia es importante tener en cuenta una serie de conceptos que nos permitirán entender cómo afrontar este proceso de la mejor manera. Durante este artículo hablaremos sobre el término “Usufructo”, al que se suele hacer referencia habitualmente porque es clave para adquirir un legado con garantías. Esta definición corresponde a la persona que a lo largo de un tiempo ha disfrutado de los bienes de alguien fallecido, sin que pasen a ser de su propiedad.
En muchas ocasiones, cuando el esposo fallece y no hay testamento, los hijos son los herederos forzosos de su patrimonio. Sin embargo, la esposa viuda continúa con ciertos derechos que deben ser respetados. Por ejemplo, la casa donde reside pasa a pertenecer a sus hijos, aun así, la mujer cuenta con el respaldo de la ley para continuar viviendo en el inmueble.
A pesar de esto, se establecen unos requisitos que el usufructuario debe cumplir:
- Los bienes no podrán ser vendidos, hipotecados, ni transmitidos a alguien más, sin el consentimiento de los herederos. La decisión deberá ser aprobada por unanimidad.
- Preservar los bienes y garantizar que estén en buen estado, aunque esto suponga gastos para el usufructuario.
- En caso de ser el testador quién determine el usufructo, dispondrá si es temporal o vitalicio.
- El usufructuario podrá obtener beneficio de las rentas de las propiedades o dividendos, en caso de tratarse de acciones.
Por lo general, es sencillo comprobar de qué manera se está llevando a cabo la gestión de la herencia; no obstante, puede representar una dificultad cuando el legado corresponde a dinero en efectivo, que puede ser gastado sin tener forma de demostrarlo.
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