Abintestato, es un término jurídico que se utiliza para referirse a aquella herencia de un fallecido que no realizó un testamento o que está nulo, y por esa razón sus bienes se otorgan a sus parientes más cercanos (hasta cuarta generación).
Para esto, se requiere tramitar desde una notaría, un acta de herederos, en donde se demuestre que son legítimos. El notario será la persona encargada de determinar quiénes son los herederos abintestato, justificando su identidad y teniendo en cuenta los documentos que hacen constar la consanguinidad.
Existen los herederos forzosos y los legales o abintestatos. Los forzosos son los hijos, los padres o el cónyuge que, sin importar la existencia de un testamento, son los primeros en recibir los bienes del fallecido. No obstante, hay unos parámetros planteados en caso de que falten los herederos anteriores y poder cobijar dentro de la ley a aquellos parientes aptos para recibir o beneficiarse de la herencia.
– Dependiendo del número de generaciones, se va determinando que tanto parentesco hay entre las personas. Cada generación es un grado.
– Una línea es directa, cuando las personas descienden unas de otras.
– Una línea es colateral, si no descienden unas de otras, pero tienen cierta proximidad en cuanto a la jerarquía.
· Hermanos y sobrinos: todos los hermanos obtienen partes iguales de los bienes. En caso de tener algún hermano fallecido, los hijos de éste heredarán su parte.
· Tíos: se dividiría en partes iguales, entre cada uno de ellos.
· Parientes colaterales de cuarto grado: Primos, tíos o sobrinos segundos.
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