En entradas anteriores comentamos las funciones que tiene un administrador concursal y qué perfil tiene el profesional que las lleva a cabo. En esta nueva entrada queremos profundizar en tema del procedimiento que se debe realizar en un concurso de acreedores. Actualmente esta es la única vía a la que pueden recurrir empresas y particulares para salvar su posición cuando se encuentran en un estado de crisis económica grave, y que se rige por la Ley 22/2003 de 9 de julio.
Es importante saber que al estar en una situación de insolvencia se debe realizar la declaración del concurso (hasta dos meses después de conocer la situación), no hacerlo puede suponer importantes sanciones. Es necesario buscar asesoría adecuada para no cometer ningún acto de negligencia ya que la ley es muy clara y cualquier omisión consciente puede traer otros problemas.
Pueden presentarse cuatro situaciones concretas en las cuales se debe declarar el concurso de acreedores:
- Cese general del pago de obligaciones.
- Existencia de embargos que afecta el patrimonio del deudor.
- liquidación apresurada de los bienes del negocio.
- Incumplimiento de pagos de salarios, tributarios y seguridad social (últimos 3 meses).
Por lo tanto es necesario seguir la normativa correspondiente y dar aviso de la situación actual del negocio para encontrar la mejor solución posible y que todas las partes sean beneficiadas. Para ello se debe contar con profesionales especializados en la materia, en nuestro despacho de abogados en Madrid contamos con un equipo con amplia experiencia que puede asesorarte.
También será necesario que el administrador concursal realice un informe en el que se establezcan: un estudio de toda la información contable y el estado financiero actual del concursado, memorias de los procesos llevados acabo, inventario de todos los activos, listado de créditos y un juicio sobre las decisiones del concursado que pueden haber sido claves para llegar a la situación actual. Así como una propuesta para liquidar lo que corresponda.
En el caso de que una empresa pueda seguir funcionando, el administrador concursal debe dirigir las acciones económicas que se desarrollarán y que ayudarán a que la situación mejore.
En conclusión, el procedimiento del concurso de acreedores empieza cuando se informa de la situación y debe ser llevado por un administrador concursal con experiencia que dará fe del comportamiento diligente del concursado y que intenta salvar o mejorar sus condiciones.