La herencia es un proceso legal que se rige por el Código Civil y puede variar según la comunidad autónoma, ya que algunas tienen sus propias normativas. A continuación, te contamos brevemente cómo funciona el proceso de las herencias y algunos puntos claves a tener en cuenta.
Tipos de herencia
– Herencia testada: se produce cuando el fallecido deja un testamento que especifica cómo se deben distribuir sus bienes.
– Herencia intestada: ocurre cuando no hay testamento, y la herencia se distribuye según las normas de sucesión establecidas en el Código Civil.
Testamento
El testamento es un documento legal en el que una persona expresa su voluntad sobre cómo desea que se distribuyan sus bienes tras su fallecimiento. Existen varios tipos de testamento en España, siendo el más común el testamento abierto, que se realiza ante notario.
Qué es la Legítima
En España, la ley protege a ciertos herederos, conocidos como «herederos forzosos«, que tienen derecho a una parte de la herencia, conocida como «legítima». Estos herederos incluyen a los hijos y, en su defecto, a los padres. La legítima varía según el número de herederos y puede ser un tercio, la mitad o dos tercios de la herencia.
Proceso de aceptación y repudiación
Los herederos tienen la opción de aceptar o repudiar la herencia. La aceptación puede ser expresa o tácita, y puede hacerse de manera pura y simple o a beneficio de inventario, lo que limita la responsabilidad del heredero a los bienes heredados. La repudiación implica renunciar a la herencia.
Impuestos
La herencia en España está sujeta al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, que varía según la comunidad autónoma. Este impuesto se calcula sobre el valor de los bienes heredados y puede tener reducciones y bonificaciones dependiendo de la relación entre el fallecido y el heredero.
Plazos
Los herederos tienen un plazo de seis meses desde el fallecimiento para aceptar o repudiar la herencia. Además, deben presentar la declaración del Impuesto sobre Sucesiones en el mismo plazo.
En conclusión, la herencia es un proceso que puede ser complejo, pero es fundamental para garantizar que los deseos del fallecido se respeten y que los herederos reciban lo que les corresponde. Es recomendable contar con asesoría legal para navegar por este proceso y asegurarse de cumplir con todas las obligaciones fiscales y legales.