Existen diferentes tipos de minusvalías, pueden ser mentales, sensoriales, físicas o intelectuales y no todas se notan a la vista. Aunque las personas discapacitadas y sus familiares luchan diariamente por llevar una vida normal, hay ciertos riesgos a los que están expuestos por no ser conscientes ni poder tomar una buena decisión sobre una cosa u otra en determinados momentos. Sobre todo cuando se adquieren bienes
o se firman contratos que pueden derivar en imputabilidades penales sin que ellos sepan.
Es importante diferenciar la capacidad jurídica, en la que toda persona tiene unos derechos y deberes, y la capacidad de obrar, en la que toda persona tiene la posibilidad de realizar actos con validez jurídica. Por lo tanto una discapacidad puede comprometer a uno de los casos anteriormente mencionados o los dos y del mismo modo se procederá a la incapacitación judicial que será declarada mediante sentencia por un juez competente.
Por la larga trayectoria de Estudio jurídico Bretón y por su experiencia recomiendan solicitar la incapacidad judicial para personas con minusvalías de nacimiento cuando llegan a la mayoría de edad y de esta forma se podrán evitar problemas legales futuros.
Para hacerlo se debe contar con los servicios de un abogado en Madrid para iniciar un procedimiento en el cual se presentan todas las pruebas y se modifica la capacidad del menor para que así puedan estar amparados.