Tanto la donación como la herencia son formas de transferir bienes, pero tienen diferencias clave que pueden influir en cuál es la mejor opción para ti. En este nuevo post te comentamos las diferencias más relevantes:
1. ¿En qué momento debe hacerse?
– Donación: se realiza en vida, es decir, el donante transfiere los bienes al donatario mientras está vivo.
– Herencia: ocurre después del fallecimiento del testador, quien deja sus bienes a los herederos.
2. ¿Qué impuestos debo pagar?
– Donación: generalmente, se paga el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en el momento de la donación. Las tasas pueden variar según la comunidad autónoma y el valor de los bienes.
– Herencia: también se paga el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, pero en este caso, se aplica tras el fallecimiento. A veces, las herencias pueden tener beneficios fiscales dependiendo de la relación entre el fallecido y el heredero.
3. ¿Qué poder de decisión tendría?
– Donación: una vez realizada, el donante pierde el control sobre los bienes donados, aunque puede establecer condiciones en la donación.
– Herencia: el testador puede decidir cómo se distribuyen los bienes a través de un testamento, manteniendo el control hasta su fallecimiento.
La mejor opción depende de tus circunstancias personales y financieras:
– Si deseas ayudar a tus seres queridos en vida: la donación puede ser una buena opción, ya que permite a los beneficiarios disfrutar de los bienes antes de que fallezcas.
– Si prefieres mantener el control hasta el final: la herencia puede ser más adecuada, ya que te permite decidir cómo se distribuirán tus bienes después de tu fallecimiento.
– Implicaciones fiscales: es importante evaluar las implicaciones fiscales de cada opción, ya que pueden variar significativamente.Te recomendamos hablar con un asesor fiscal o un abogado especializado en sucesiones para que te ayude a tomar la mejor decisión según tu situación específica!